No sé qué es exactamente lo que hace la convivencia posible en el hogar. Es, quizás, perdonar las disputas sin importancia que hacen tambalear los pilares del hogar. O, quizás, dejar el orgullo atrás al traspasar la puerta. Puede que sea la tolerancia y el reconocimiento de los errores y defectos del prójimo, un dar y tomar que se va equilibrando con los años y la experiencia.
Hay cosas que no se soportan en una situación normal, pero en las que hacemos una excepción "por la familia". El ser consciente de que tienes un hogar al que regresar nos hace menos temerarios, más respetuosos. Es un ojo que nos observa como un gran hermano, que nos resguardará cuando estemos heridos, que nos acurrucará y mecerá sin preguntar o, por el contrario, nos acosará a preguntas porque está realmente preocupado.
¿Ser consciente de que nos cuidan nos hace más tolerantes ante los fallos ajenos?
Entonces, ¿por qué seguimos tamaleando los pilares? ¿para demostrar lo resistentes que son? ¿es que no nos damos cuenta de que se pueden romper?
Hay cosas que no se soportan en una situación normal, pero en las que hacemos una excepción "por la familia". El ser consciente de que tienes un hogar al que regresar nos hace menos temerarios, más respetuosos. Es un ojo que nos observa como un gran hermano, que nos resguardará cuando estemos heridos, que nos acurrucará y mecerá sin preguntar o, por el contrario, nos acosará a preguntas porque está realmente preocupado.
¿Ser consciente de que nos cuidan nos hace más tolerantes ante los fallos ajenos?
Entonces, ¿por qué seguimos tamaleando los pilares? ¿para demostrar lo resistentes que son? ¿es que no nos damos cuenta de que se pueden romper?
No hay comentarios:
Publicar un comentario