La ladrona de libros, de Markus Zusak
Cuenta la historia de una niña, una niña alemana durante la Segunda Guerra Mundial. Muchos libros se han escrito sobre la vida de las personas que sufrieron esta guerra, pero es el primer libro que encuentro que habla desde el punto de vista de “los malos”, los alemanes.
Al principio puede parecer como el diario de Ana Frank, pero a la inversa, pero no es así. El autor nos narra la historia de una niña, y como tal, desconocedora de lo que está pasando a su alrededor. Se convierte en ladrona de libros cuando llega a sus manos “El manual del sepulturero”, un libro extraño para aprender a leer sin duda, pero un libro que le hará superar sus problemas e imbuirse de lleno en un mundo lleno de historias, por muy tétricas que sean.
No es sólo curiosa la vida de los personajes, que transcurre en una calle corriente de una corriente ciudad alemana, sino la forma en la que está contada. No es la primera vez que escucho rechazo por esa razón, ya que no es simplemente una narración, ésta se ve interrumpida constantemente por pequeñas anotaciones, ya sean anécdotas, comentarios de La Muerte, que encontraremos como la principal narradora de la historia, traducciones o descripciones de personajes.
Se van alternando escenas de humor, con momentos tiernos, momentos tristes o de reflexión, de forma que, a medida que va avanzando la historia, te vas encariñando más y más con cada uno de los personajes que van apareciendo en la vida de la ladrona de libros.
Los libros que robe influirán enormemente en la vida de la niña y de los lectores, que serán espectadores de su paso a la madurez. Serán un mundo en el que aislarse de una realidad cruel, del miedo a los bombardeos y de la injusticia que afecta a su vida.
Se sufrirá, se reirá, se llorará. Es una novela tan realista, pero con toques surrealistas que te trasmitirán una historia hermosa, llena de baches y traspiés, de pérdida y dolor, de risas y amistad, pero sin duda, una historia para ser leída.