jueves, 8 de octubre de 2009

Consumir con moderación. La DGT más agresiva que nunca.

Consumir con moderación, puede herir la sensibilidad de los estómagos más delicados.
Es recomendable dosificar algunos de los últimos anuncios que la DGT ha mostrado por televisión o que se pueden ver por Internet. Verlos seguidos puede revolverte el estómago.


Son muchos los recursos que se utilizan en los spots para llamar la atención de los telespectadores sobre los mismos, para lograr su recuerdo pero, el más agresivo, y quizás el más peligroso, es recurrir al miedo del público.

Sí, es verdad que destaca, eso no se puede poner en duda, pero es un arma de doble filo, ya que puede producir un gran rechazo por parte de los espectadores, depende mucho de lo explícito del anuncio, y no nos asegura el efecto sobre la conducta.

A pesar de esa tendencia a olvidarse de aquello que no nos gusta, hay tres anuncios que yo no puedo olvidar de la DGT:

El primero de ellos muestra a un hombre adulto en una silla de ruedas, hasta ahí todo normal. El hombre nos relata cómo sufrió un accidente de tráfico que lo postró en la silla, y cómo su compañera perdió la vida. Pero, el momento más impresionante del anuncio es cuando dice textualmente "pero no sufráis por mi, tengo la suerte de que esto sea sólo un anuncio y yo un actor" y se levanta de la silla. En ese momento, me quedé sin palabras.





En segundo lugar, una campaña que se llevó a cabo hace tres años, en el 2007, para Semana Santa, que destaca por su agresividad y su apelación a los sentimientos. Todos se caracterizan por un personaje que habla directamente a la cámara, con una actitud recriminatoria hacia el espectador mientras le ofrece algunas razones que puede usar para ponerse el cinturón, reducir la velocidad, etc.











Finalmente, y ya fuera de España, un anuncio que puede herir la sensibilidad de más de uno, por lo recomiendo pensarlo antes de mirarlo. Simplemente diré que muestra de manera demasiado explícita las consecuencias de una distracción al volante o, más bien, de tener demasiadas prisas por llegar. Es duro, agresivo y yo, a pesar de haberlo visto varias veces, sigo sin poder digerirlo, pero es precisamente estas características las que hacen de él un anuncio llamativo, inolvidable.





En este punto me pregunto, ¿todo vale en publicidad? ¿ y en la publicidad social?


Si vuestro estómago todavía puedo soportarlo, aquí os dejo una recopilación de los anuncios de los últimos 40 de la DGT

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